Cada día de la semana tiene, en
el mundo esotérico, una simbología diferente que conlleva un misterio. Cada día se asocia a un determinado planeta y
recibe un nombre de alguna deidad del panteón romano aunque hay más signos
asociados que pueden ser sabiamente utilizados.
Lunes
Este día ha sido asignado a la
Luna que representa el pasado, la familia, lo femenino, la infancia, la noche,
la magia (como algo místico y difícil de comprender racionalmente), los instintos
y la parte más primitiva que habita en cada ser humano. Desde otro punto de
vista, podemos decir que el lunes es, clásicamente, el día que inicia la semana
laboral.
Según la Sagradas Escrituras,
Dios comenzó la creación del mundo un lunes. En este día podemos sentirnos
cansados, con pocas ganas de hacer nada y, desde esa perspectiva, ver la semana
como una cuesta arriba. La Luna también se asocia a la pereza y la indolencia,
y bien es cierto que es difícil no ser perezoso un lunes. Este satélite es
también patrono de la familia, la mujer, la infancia, el pasado y los
recuerdos.
Martes
Por lo general acababa haciendo
el peor de los ridículos y era el hazmerreír de todo el Olimpo. Por el
contrario, la civilización romana rescató esta deidad y la puso a la altura de
Júpiter. El Marte romano no sólo era guerrero, sino que ayudaba en las cosechas
y traía suerte y éxito a quien le adorara. Representaba al hombre, dispuesto a
luchar por conseguir sus ideales y a demostrar su valor.
Podemos considerar el martes como
el día en que empezamos realmente la actividad laboral. Tras la pereza del
lunes, en el cual hemos mantenido una productividad baja y falta de entusiasmo,
nos cargamos de energía para cumplir con las obligaciones firme y de forma
dinámica. Es el momento en que estamos preparados para afrontar la semana.
Marte es protector y aliado de la guerra, de las personas que viven conflictos
con otros, siendo su ayuda de gran valor en cualquier caso en el que haga falta
energía extra para cumplir un cometido.
Miércoles
Está relacionado con Mercurio, el
Hermes griego, mensajero de los dioses y hermano de Apolo, dios del Sol.
Mercurio destacó por su astucia y su capacidad para convencer. Otros de sus
dones son la velocidad y la inteligencia. Su simbología abarca la agudeza de
ingenio, la capacidad de comunicación, pero, también, la mentira, y, en
ocasiones, la falta de responsabilidad. Es, curiosamente, patrono de los
ladrones.
Visto desde otro ángulo, el
miércoles se alcanza el máximo entusiasmo laboral y concentración. Hacemos las
tareas más velozmente, con mayor eficiencia, y perseguimos los objetivos de
forma más inteligente.
Mercurio es protector de los
mensajeros, en ocasiones de los niños, de las personas que tienen un fuerte
impulso de comunicación y de aquellas que inician viajes cortos. La capacidad
de convicción que se le atribuye lo convierte en un poderoso aliado a la hora
de negociar contratos y de cerrar tratos de todo tipo.
Jueves
Es el día que se ha dedicado a
Júpiter (Zeus en la cultura griega) representante de todo lo grande, expansivo,
optimista, espléndido. Su fuerza y vitalidad puede, en ocasiones, convertirse
en un excesivo entusiasmo que roce la irrealidad.
Desde otro punto de vista, el
jueves es el día en que empezamos a planificar el fin de semana, el merecido
descanso, disfrutando por anticipado del mágico viernes, día apropiado para dar
rienda suelta a nuestro sentido lúdico. Júpiter fomenta la alegría y el
optimismo, la falta de preocupación por el futuro y, paradójicamente, la más
profunda espiritualidad. Es el señor de los viajes largos.
Viernes
Éste es el día asignado a Venus,
Afrodita para los griegos. Diosa del amor, encamación de la mujer, del romance
y las artes, pero también de la pereza, los placeres mundanos y todo lo
relacionado con el disfrute sensorial.
Día dedicado a los rituales amorosos y de belleza.
En ocasiones también se la asocia
con elementos negativos como la envidia y la manipulación. Desde otra
perspectiva, el viernes es el último día laboral de la semana.
Sábado
El nombre de este día de la
semana proviene del dios Saturno, originalmente bautizado Cronos por los
griegos, quienes temían a esta deidad, símbolo del tiempo. Su historia
mitológica está cargada de negatividad y oscuridad, ya que este dios castró a
su padre, Urano, y más adelante, devoró a sus tres hijos, Júpiter, Neptuno y
Plutón, por miedo a que alguno de ellos le matara para quitarle el trono.
Según la mitología, Júpiter
sobrevivió con ayuda de su madre y mató a Cronos, y abriéndole el estómago,
rescató a sus hermanos. Su simbología está asociada a la muerte, el pesimismo,
la vejez y todo aquello que el hombre teme.
Sin embargo, no se puede ser injusto con Saturno: para empezar, podemos
partir de la frase popular que dice que «la historia la escribe el vencedor» y,
en este caso, el vencedor fue Júpiter.
Si nos remontamos atrás, podremos
ver que el padre de Saturno, Urano, tampoco era un santo, pues cada vez que se
disgustaba con sus hijos, los gigantes, cíclopes y titanes, los destruían enterrándolos
de nuevo en el vientre de su mujer, la Tierra. Saturno sobrevivió de la misma
manera que más tarde sobreviviría su propio hijo, Júpiter, y castró a su padre
para terminar con su locura. Aquí vemos un indicio de lo inevitable, de las
historias repetidas, muy propio de esta deidad. Saturno es, además del conocido
Gran Maléfico, quien aporta responsabilidad, durabilidad, constancia y
humildad.
Es el más responsable de todos
los dioses, a quien le tocó la tarea de vencer y derrocar a Urano para salvar
así a su madre y a sus hermanos. Es el que nos dará fuerzas para resistir la
adversidad y aprender de ella. Podemos mencionar que el sábado es el día en que
pasamos revista a la semana. Es un día de toma de conciencia y descanso.
Saturno rige a los trabajadores ayudándoles a mantener una actitud concentrada
y responsable durante largos períodos de tiempo. Sin las cualidades de Saturno,
no habría científico que tuviera la suficiente paciencia y sentido del tiempo
para llevar a cabo sus investigaciones, para recuperarse de sus fracasos, para
asumir seriamente su trabajo.
Domingo
Es el día del Sol, del gran
Apolo, magnífico y creativo. Está relacionado con el descanso, el deporte, la
actividad lúdica, la familia y los grandes proyectos personales. Hermano del
astuto Mercurio, fue engañado por éste muchas veces y no porque hubiese sido
tonto, sino por su gran ingenuidad y pureza de espíritu.
El domingo es el día de descanso.
Dice la Biblia que el séptimo día el Señor descansó. De ahí que se escoja éste
como día de reposo y de honra al Dios dela Creación. El Sol ayuda a los
artistas y la gente generosa, dándoles fuerzas siempre que se lo pidan de forma
adecuada.
Fuente: Internet
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