Toda enfermedad (y esto es algo
conocido) es producida por la falta de armonía o desarmonía entre el aspecto
forma y la vida. Las enfermedades aparecen donde no hay alineamiento entre
estos diversos factores, el alma y la forma, la vida y su expresión, las
realidades subjetiva y objetiva. En consecuencia, espíritu y materia no están
libremente relacionados entre sí.
La desarmonía que produce lo que
se denomina enfermedad, corre a través de los cuatro reinos de la naturaleza y
trae esas condiciones que producen dolor (donde la sensibilidad es exquisita y
está desarrollada) No obstante, estas condiciones pueden ser consideradas como
purificadoras en sus efectos, y así debe considerarlas la humanidad si se
quiere asumir la correcta actitud hacia las enfermedades.
Desde cierto ángulo, la
enfermedad es un proceso de liberación y el enemigo de lo estático y
cristalizado. No crean por lo que expongo que debería aceptarse la enfermedad y
anhelar el proceso de la muerte. Si así fuera cultivaríamos la enfermedad y
premiaríamos el suicidio. Afortunadamente para la humanidad, toda la tendencia
de la vida es contraria a la enfermedad, y la reacción que produce la vida de
la forma en el pensamiento del hombre, fomenta el temor a la muerte.
Otra de las razones por las
cuales existe la enfermedad es la Ley de Causa y Efecto, denominada de Karma en
Oriente, rige todo esto. El karma, en realidad, debe ser considerado como el
efecto en la vida de la forma de nuestro planeta.
Fuente: Eli
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