viernes, 15 de enero de 2016

El bambú japonés...Un ratito de reflexión...











No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego. También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:

Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡Más de 30metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer?

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.

Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…

Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué…
Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…

¿Para qué?

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
Quizá solo estés echando raíces….

Fuente: Internet.



domingo, 10 de enero de 2016

Ángeles de ayuda








Los ángeles tienen la misión de ayudar a las personas en todos los aspectos de la vida. Se podría decir que son "ángeles de ayuda", seres divinos dedicados a responder a todas tus necesidades. Son expresiones de la voluntad de Dios para que llegues a vivir tu máximo potencial en esta vida.
Los ángeles y el alma.

Algunas personas creen en la reencarnación, otras no. Cualquiera que sea la creencia de una persona, es importante aprender que la voluntad de Dios no es castigar sino enseñar al alma encarnada a dejar atrás el miedo.
Los ángeles ayudan al alma a corregir los efectos del miedo y a sanarlos. Por eso, antes de pedir la ayuda de los ángeles hay que ser consciente de que ellos no buscan asignar culpas o castigar, sino ayudar al ser humano a corregir sus errores y eliminarlos.

Cuando se acude a los ángeles, se les puede pedir ayuda para corregir los errores en todas las direcciones del tiempo (pasado, presente o futuro).
Los ángeles te pueden ayudar a borrar las consecuencias de tus errores y sanarlos en tu vida y las de los demás.

Cómo pedir la ayuda de los ángeles

Puedes seguir estos pasos para acudir a los ángeles de ayuda:

1. Pedir ayuda: Ni los ángeles ni Dios pueden intervenir en tu vida si no se lo pides. Para comenzar el proceso de corregir un error o situación, lo primero es pedir la ayuda de Dios y de los ángeles. Según la Dra. Doreen Virtue, basta con decir o pensar "¡Ángeles!" para que los ángeles acudan a ayudarte. También le puedes pedir a Dios que te mande más ángeles.

2. Entregar el problema: Una vez que se ha pedido la ayuda de los ángeles, hay que poner la situación en sus manos. Hay que dejar ir la situación y no hablar de ella o regalarle energía y pensamientos.
Cada vez que te encuentres reviviendo el problema, recuerda que ya los ángeles te están ayudando a solucionarlo.

3. Confiar en Dios: Debes siempre tener claro que la voluntad de Dios es que seas feliz. Con eso en mente, nunca te permitas dudar. Recuerda que no hay castigo ni venganza de Dios contra ti.
Confía en que Dios y los ángeles tienen el mejor plan para ti y para sanar tu situación.

4. Seguir las instrucciones de Dios: Sigue siempre tu intuición, que es la brújula divina con que naciste. Si algo te hace sentir mal, no lo hagas. Si sientes que debes ir a un lugar o hacer alguna cosa, hazlo. Cuando sientas en tu corazón, en el centro de tu ser, la inquietud de actuar (o de no actuar) es importante confiar en esos sentimientos. Son la manera en que tu alma se comunica con los ángeles.

5. Pedir por otras personas: Es correcto pedir por otras personas, sin embargo la persona podría rechazar la ayuda cuando le llegue. Es su decisión y los ángeles respetan el libre albedrío. Este derecho asignado por Dios a los seres humanos es sagrado y ni tú ni los ángeles pueden ir en su contra.

Que se haga tu voluntad

La frase del Padre Nuestro "que se haga tu voluntad" o "hágase tu voluntad" es tal vez la mejor oración que existe. Es una frase que simboliza la entrega a la voluntad de Dios y que abre el corazón a los ángeles de ayuda para que puedan sanarlo. Cuando no sepas qué oración ofrecer, repite "que se haga tu voluntad" como un mantra. La voluntad de Dios es perfecta y los ángeles saben como obrar para que se realice.

Tus ángeles guardianes

Todas las personas tienen ángeles guardianes. Algunas personas tienen más de uno, y además tienen la ayuda de familiares y ancestros que los aman desde el otro plano. Cuando camines, cuando te enfrentes a cualquier cosa, cuando tengas que defenderte, recuerda a tu ángel guardián y pide su ayuda en voz alta o mentalmente. Siente su presencia y confía en que está a tu lado, rodeándote de luz blanca protectora. Rézale una oración por la mañana y otra por la noche para que su presencia se mantenga siempre clara en tu mente. No olvides pedir la protección de los arcángeles según tu situación específica.

Pide ángeles de ayuda cuando te enfrentes a cualquier situación en tu vida. Los ángeles te asisten y te protegen. Solo tienes que pedirlo.


Fuente: Internet.



lunes, 4 de enero de 2016

Las Velas y su utilización







Las velas son manifestaciones del fuego y éste ha maravillado al hombre desde épocas remotas.

Prenda velas cuando desee pedir algo determinado o simplemente si necesita protección. Una vela prendida atrae cosas positivas debido a que concentran la energía latente en el universo con un fin determinado. No se debe usar la misma vela para invocaciones diferentes. Una vez prendida con una intención específica, debe ser consumida, ya sea de una vez o en varias ocasiones con el mismo propósito.

Encienda las velas siempre con fósforos, ojalá de madera, este es el primer simbolismo, la creación del fuego. En el momento de prenderlas, diga en voz alta sus deseos. Nunca las apague soplando, eso dispersaría la energía concentrada, use algo que ahogue la luz. Cuando las apague, de las gracias en voz alta.


Para que su ritual sea más completo, unja las velas con aceites esenciales o aromatizados. Lo mismo puede hacer pasando las velas por el humo de una vara de incienso. El Sándalo es para la protección, el de Rosas o Jazmín para el amor, el de incienso y mirra son buenos para el dinero y el Clavel o Gardenia cuidan la salud. 

Unja las velas empezando por el centro y frotando primero hacia arriba y luego hacia abajo, mientras va diciendo en voz alta el propósito para el cual las está ungiendo. Ponga un poco de aceite en sus sienes, en la frente, en la garganta y en el corazón. 

Además de traer energías positivas y limpiar su aura, su aroma será maravilloso y tentador.


Fuente: Internet.