La sal es más que un ingrediente de cocina, es un elemento de la naturaleza que desde milenios se usa para los más poderosos rituales.
Uno
de los elementos más poderosos que nos pueden proteger, limpiar, deshacer males
y purificarnos es la sal. Yo no lo sabía pero alguna vez vi en una película,
cómo una mujer se echaba un puñado de sal en una mano, para luego arrojarla
sobre su hombro izquierdo. “Es para la buena suerte” alcanzó a decir.
Tras
ese simple acto que, sin que yo lo supiera, era más conocido que la ruda,
existe toda una tradición milenaria que ha acompañado a los magos, hechiceros,
astrólogos y todo aquél interesado en el mundo de lo desconocido, de lo
esotérico. Por ello, decidí ahondar en este tema e investigar para presentarte
toda la información sobre la sal, su importancia en el mundo ritual, y los
ritos más importantes para mantenernos purificados.
Un
elemento milenario
La
sal ha tenido protagonismo histórico desde el principio de los tiempos. Esto
debido a que su uso en la alimentación y la vida de las comunidades era más que
importante. Casi todo dependía de la sal, como por ejemplo, la sazón y
preservación de los alimentos, el despeje de las vías congeladas, la buena
salud, etc.. Esto se trasladó pronto al ámbito de lo mágico religioso, y es así
como adquiere la característica de buena, protectora, liberadora.
Casi
todas las culturas primigenias de la humanidad tienen a la sal como elemento de
lucha contra las fuerzas del mal. Si se quería alejar la mala suerte, los malos
espíritus, si se quería atraer la fertilidad, la felicidad, el dinero, la sal
tenía que estar incluída en todos los rituales.
Por
ejemplo, se dice que en tiempos en que la cristiandad era la religión
dominante, se rociaban con sal los campanarios para bendecirlas y para alejar
al maligno. Los japoneses rociaban con sal sus recintos para apartar los malos
espíritus. Los griegos y romanos consideraban el uso de la sal para alejar las
malas vibras, e incluso lo utilizaron como medio de pago. Los antiguos judíos
salaban la carne de los animales que iban a ofrendar para asegurar su pureza.
Como ves, son muchas las maneras en que los antiguos usaban la sal, pero los
propósitos fueron los mismos.
Fuente:
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